A Carmen Cervera
Carmen me contó que montar una fábrica de muñecas fue una casualidad, ya que hasta ese día nunca pensó en un proyecto semejante.
Estaba ayudando a su cuñado cuando un día, corría el año 1943, se presentó un amigo de la familia para pedir trabajo para un conocido suyo, que aportaba una experiencia de haber trabajado en un taller de muñecas.
Después de oírle, empezó a imaginar si sería capaz de fabricar una muñeca distinta de las demás y tener su propia fábrica taller. Después de pensarlo lo habló con su familia, que no consideraron buena la idea, dado el tiempo de escasez en el que se vivía.
Ante su insistencia cedieron, pero le dijeron que tenía que ocuparse sola de todo en proceso.
Lo primero que se le ocurrió fue recorrer todos los escaparates de las jugueterías, y preguntar cuál era el juguete preferido por las niñas y el que más pedían a sus padres por Navidades y Reyes Magos.
Consiguió la dirección de un escultor de muñecas, que le trajo varios modelos de cabezas que no le gustaron. Su idea era la de una muñeca gordita y sonriente, así que el escultor trajo a casa los materiales de trabajo y con mucha paciencia por su parte, salió la cara que yo tenía en mi mente, una muñeca simpática graciosa y distinta a las demás. Las demás piezas cuerpo piernas y brazos, fueron más fáciles de diseñar excepto las manos, para las que yo tenía una idea especial.
Cuando todo estuvo listo tuve una importante ayuda en mi búsqueda de personal. Conocí a las monjas de un convento que ayudaban a jóvenes a buscar trabajo.
Tenía 26 años cuando la fábrica empezó a funcionar, pero me faltaba lo principal, el nombre de la muñeca. Lo quería corto y pegadizo.
Entre nuestros amigos se encontraba Pepín Fernández, dueño de Galerías Preciados. Fui a verle y le conté mi proyecto y mi preocupación por el nombre. Pepín reunió a sus empleados y preguntó ¿Que os parece GISELA? Gustó y Pepín Fernández pidió ser su padrino.
Al día siguiente registré mi muñeca con el nombre de GISELA.
Fabricación
La fabricación de las muñecas era toda artesanal, la parte del cartón las hacían pequeños talleres que en ese tiempo se dedicaban a este fin.
Las piezas ya en la fábrica se les sometían a un proceso de estucado, pintado al duco y decorado.
Las cabezas se hacían en su totalidad en su taller con un metodo muy similar al de las muñecas de porcelana. Primero se rellenaban los moldes de una pasta de yeso y cola, pasado un tiempo se desmoldaban y todavía húmedo se les hacía un orificio en los ojos y la boca. Se dejaba secar completamente y se esculpían estos para que quedaran mas naturales.
Las cabezas también se lijaban con todo cuidado y como los cuerpos se pintaban con el mismo tipo de pintura y se procedía a decorar los rasgos.
Recubrimiento con el yeso
Secado de las piezas
Lijados
Pintura y decoración
Montajes
Confección de la Ropa
Sección de vestuarios y embalajes
Patentes
Industria Prisma
Hasta ahora he estado hablando de la concepción y fabricación de Gisela, pero esta tubo dos hermano Guni y Lili, y a su vez ella evoluciono a una forma más estilizada.
Registró varias Patentes y Marcas, entre las que figuraban un sistema de andar, un mecanismo de ojos, una revista y el registro de otros dos muñecos más, del los cuales desconozco si se llegaron a comercializar.
Patentes y Marcas